He vuelto a embriagarme
de tus ojos amarillos
aquel bronce añejo
que distrae mis sentidos.
Se mezclan los recuerdos
la calma se hace añicos
reclamando tus besos
abandono mi sitio.
Qué hace tu sendero
cruzando mi camino,
arrebatando el tiempo,
impetuoso remolino.
Debiste en un recuerdo
ser presa del olvido.
¿Cómo osa tu universo
irrumpir en el mío?
¿Qué pretendes inquieto
juguete del destino?
no hay voz tras el eco
que causan tus gemidos.
No hay paz, ni silencio
si acepto tu delirio.
Insaciable avariento
devorando mi espíritu.
Por qué no en un recuerdo
aquietas mi martirio,
que ebria ya de sueños
no controlo mis trinos
y tú, dulce tormento,
seduces mi instinto...
Autor Ishel
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