Nuestros padres no son perfectos. Son humanos y no fueron a ninguna escuela para aprender a ser padres. Muchas veces comenten errores, ya que pertenecen a una generación distinta a la nuestra.
Este es mi pequeño homenaje a quienes han sido mis pilares y mi apoyo cuando lo he necesitado.
CABALLERO ( a mi padre)
Aunque en ti los siglos
imponen su caminar
tus ojos siguen niños,
hurgando en la inmensidad.
Aún conservas el hechizo
del inocente mirar
y en tus labios el suspiro
a punto de escapar.
Tu cabello del armiño
los matices tomó ya,
pero nada a tu espíritu
parece doblegar.
Mirando al frente, erguido,
con paso firme vas;
no hay piedra en tu camino
que te haga tropezar...
MADRE
Vigía en la tormenta
temblorosa de mis piernas,
la que acoge y sustenta
mis tropiezos en la senda.
Muchas veces reorienta
mi rebelde huella.
Siempre ahí, atenta,
por si n o hay más puertas.
Tu mi madre serena,
la ternura en esencia,
la que desespera
si prolongo la ausencia,
la que escucha atenta
mis nostálgicas letras.
Su consejo cual lema
en mi noche quisiera,
mas a veces mi estela,
de infantil inconsciencia,
ha traído tristezas
a tus manos ya añejas.
Perdonad si mi letra
no es digna ofrenda
para quien es la estrella
de mi noche más negra,
si he estado ciega
sin notar tu presencia,
comprended que mis huellas
sólo inician la senda...
Autor de los poemas: Ishel
Derechos Reservados
2 comentarios:
Hola!
Todo de bueno para tus padres.
Muy buen trabajo, gracias
Agradezco mucho su comentario. Cuando se escribe con el corazon las cosas salen bien.
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